Sembrando amor y respeto; un enfoque cercano sobre la crianza de nuestros hijos e hijas

La crianza de nuestros hijos e hijas es una experiencia única y personal además de una de las tareas más importantes que hemos venido a hacer en nuestras vidas; al menos, así lo considero yo.

¿Qué es la crianza?

¿Cómo podemos definir la crianza? Una definición sencilla y con la que todos podemos estar de acuerdo es que la crianza es el proceso en el que los padres y madres o cuidadores, acompañamos y guiamos a nuestros hijos en su crecimiento y desarrollo, procurando cubrir todas sus necesidades físicas y emocionales. Nuestra labor, además, es brindarles amor, seguridad y apoyo, mostrándoles habilidades, valores y comportamientos que les ayuden a desenvolverse en la vida.

En los últimos años, se habla mucho de la crianza respetuosa, podemos acceder a información sobre ella muy fácilmente y cada vez hay más familias que conectamos con este enfoque. Pero…

¿Qué se entiende por crianza respetuosa?

La crianza respetuosa es un enfoque amoroso y comprensivo en el que los adultos acompañan a los niños en su crecimiento, atendiendo a sus sentimientos, pensamientos y necesidades. Se basa en el entendimiento mutuo y la comunicación abierta, fomentando la confianza, la empatía y la colaboración. En este camino, se apoya el desarrollo integral de los pequeños, permitiéndoles florecer en un ambiente seguro y cariñoso, y brindándoles las herramientas para convertirse en personas felices, resilientes y respetuosas.

Los principios de la crianza respetuosa

Como experta en crianza consciente, me gustaría poderos compartir los principios fundamentales de este enfoque. Estos principios nos ayudan a guiar nuestras acciones y decisiones al criar a nuestros hijos con amor y respeto:

  • Empatía; la empatía nos permite ponernos en el lugar de nuestros hijos y comprender sus sentimientos y perspectivas. Al ser empáticos, podemos abordar sus necesidades de manera más efectiva y ayudarles a sentirse entendidos y apoyados.
  • Respeto mutuo; tratar a nuestros hijos con respeto significa reconocer su individualidad y valorar sus opiniones y deseos. A cambio, les enseñamos a respetar a los demás y a valorar las diferencias.
  • Comunicación abierta y honesta; hablar y escuchar a nuestros hijos de manera clara y sincera fortalece nuestra conexión con ellos y les enseña a expresar sus emociones y pensamientos de manera adecuada.
  • Fomento de la autonomía; permitir a los niños tomar decisiones y asumir responsabilidades de acuerdo a su edad les ayuda a desarrollar habilidades de resolución de problemas, autoconfianza y autosuficiencia.
  • Acompañamiento emocional; apoyar y validar las emociones de nuestros hijos les ayuda a gestionar sus sentimientos y a desarrollar inteligencia emocional.
  • Amor incondicional; brindar a nuestros hijos amor incondicional significa aceptarlos y quererlos tal como son, independientemente de sus acciones o comportamientos. Este amor les proporciona un apoyo emocional sólido y les enseña que son valiosos y merecedores de cariño, lo que a su vez fomenta su autoestima y bienestar emocional.

Al aplicar estos principios en nuestra vida diaria, podemos criar a nuestros hijos en un ambiente amoroso y respetuoso, donde puedan crecer y desarrollarse de manera saludable y feliz.

¿Qué beneficios tiene la crianza respetuosa?

Me gustaría compartir con vosotros algunos de los beneficios que creo que este enfoque puede aportar a nuestros hijos y a nuestras familias:

  • Autoestima saludable; al tratar a nuestros hijos con amor y respeto, les ayudamos a desarrollar una autoestima sólida y a sentirse seguros de sí mismos.
  • Habilidades emocionales; la crianza respetuosa permite a los niños aprender a expresar y gestionar sus emociones de manera adecuada, lo que les será útil a lo largo de toda su vida.
  • Relaciones familiares fuertes; al fomentar la comunicación abierta y el respeto mutuo, fortalecemos el vínculo con nuestros hijos.
  • Desarrollo de habilidades sociales; al enseñar a nuestros hijos a respetar y valorar las diferencias, les damos las herramientas para construir relaciones interpersonales sanas y exitosas.
  • Aprendizaje significativo; al apoyar a nuestros hijos en sus intereses y necesidades individuales, les proporcionamos oportunidades de aprendizaje significativas y motivadoras.
  • Resiliencia y adaptabilidad; la crianza respetuosa enseña a nuestros hijos a enfrentar los desafíos y a adaptarse a los cambios con más facilidad.

Al aplicar la crianza respetuosa en nuestra vida diaria, no solo ayudamos a nuestros hijos a crecer y prosperar, sino que también enriquecemos nuestro propio bienestar emocional y nuestras relaciones familiares.

Poner en práctica lo aprendido sobre crianza respetuosa puede ser un desafío, más allá de lo que la teoría nos enseña

Como madre y cuidadora, quiero compartir contigo que criar a nuestros hijos con respeto y presencia puede traer días duros y difíciles. Esta forma de crianza requiere de mucha paciencia, empatía y autoconocimiento. A veces, nuestros propios miedos, inseguridades y experiencias pasadas pueden influir en cómo nos relacionamos con nuestros hijos. En esos momentos, es importante recordar que cada día es una nueva oportunidad para aprender y crecer juntos. A pesar de los desafíos, criar con respeto y presencia nos permite construir una relación sólida y amorosa con nuestros hijos, en la que ambos nos apoyamos mutuamente y nos fortalecemos en el camino.

Y acabo con esta frase de mi referente en crianza:

“Los adultos no somos los que mandamos. Somos los que protegemos y cuidamos” Laura Perales Bermejo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×